En pleno centro histórico de Barcelona, justo a la puertas de la antigua Barcino, se desarrolla la ampliación del Centro Cívico Pati Llimona. El complejo programa debe resolver la integración de las nuevas funciones del centro, con la puesta en valor del importante patrimonio romano que se va a descubrir en el subsuelo, así como la imponente muralla romana y la torre de guarda de la puerta principal de la ciudad.
El edificio se eleva y conecta con el Centro Cívico existente por encima de la muralla romana, constituyendo un volumen suspendido que libera toda la planta baja para permitir el tránsito de los visitantes de la zona de exposición, y a su vez recuperar la continuidad visual de la muralla, desde la puerta de la ciudad, hasta el patio posterior del edificio.
La nueva fachada se integra en el patio interior que se descubre con toda su potencia tras acceder a él por un estrecho pasaje. Aquí el edificio se integra en un entorno histórico gracias a su ligereza y distanciamiento formal. La fachada de casi nueve metros de altura, construida con perfiles Jansen de acero inoxidable de gran esbeltez, hace posible la conexión entre la arquitectura contemporánea y las murallas históricas de la ciudad.