El acero galvanizado es un material altamente resistente muy utilizado en la industria de la construcción. Lo ves en tu día a día y está presente en las casas y en las señales. Sus propiedades han dado múltiples posibilidades a nuevas construcciones ya que su resistencia a la corrosión es alta.
Sin embargo, como cualquier otro material hay que tener en cuenta que el acero galvanizado tiene tanto ventajas como desventajas. Por ello, analizaremos una a una todas ellas y te explicaremos en profundidad todo lo que necesitas saber sobre este material.
¿Qué es el acero galvanizado?
Es aquel acero que está recubierto de zinc para prevenir y proteger de la oxidación. Es un acero más común de lo que puedes llegar a pensar, ya que se puede encontrar en las construcciones a modo de tuberías, soporte de vigas, techos, perfiles, etc. Además, también es utilizado en los exteriores como las señales de conducción, las barreras de seguridad o escaleras exteriores.
Este acero es demandado por el sector de la industria de la construcción debido a su duración, su resistencia y sobre todo por ser económico. Sin embargo, su mayor atractivo es su resistencia a la corrosión, lo que hace que aguante largos periodos de tiempo sin oxidarse ni corroerse.
El acero galvanizado viene del proceso de galvanización. Cuando el físico italiano Luigi Galvani descubrió la posibilidad de recubrir un metal con otro. Se logra recubriendo la superficie con Zinc, un proceso que normalmente se realiza bañando el acero en Zinc fundido logrando crear así una capa superficial de Zinc con unas profundas conexiones con el acero.
Ventajas del acero galvanizado
Como hemos comentado el acero galvanizado viene del proceso de crear una capa de zinc sobre el acero, dotando a este último de unas propiedades perfectas para la construcción ya que es resistente y duradero. A continuación, te descubrimos las principales ventajas de este material.
El acero galvanizado es resistente a la corrosión
Tiene la particularidad de ser resistente a la corrosión debido al recubrimiento con Zinc. El metal se somete, normalmente, a una inversión en Zinc en la que se producen unas reacciones químicas que logran la creación de conexiones entre el acero y el zinc. Estas conexiones constituyen unas barreras contra la corrosión de la atmósfera.
Su durabilidad
Tiene gran durabilidad ya que el zinc es un metal resistente a la corrosión y a las rayaduras. Por ello, al estar el acero recubierto de zinc, la corrosión del acero se ralentiza en gran medida haciendo que el acero galvanizado con una capa muy fina de zinc puede durar más de 70 años.
La durabilidad de este acero depende de sus usos, ya que si se utilizan en entornos muy corrosivos el metal va a durar menos que si se utiliza en entornos industriales o rurales. Sea cual sea su estado, en ambos casos resulta resistente.
Es un material reciclable
Este tipo de acero aparte de ser resistente se puede reciclar varias veces. Un hecho que atrae a las constructoras, ya que les permite hacer proyectos ecológicos. Tanto el acero como el zinc son materiales reciclables por naturaleza, y se pueden reutilizar múltiples veces sin que pierdan sus propiedades.
El acero galvanizado al tener estos dos materiales también tiene la capacidad de ser reciclado, ya que existen procesos por los cuales se separa el zinc del acero para su reutilización. De esta manera, esto termina resultando beneficioso para el medio ambiente.
Se puede mezclar con otros materiales
Es uno de los metales que más se puede combinar. Uno de los materiales más compatibles con el acero galvanizado es el aluminio, ya que este se encuentra unido al zinc.
El acero galvanizado es económico
Aparte de ser resistente a la corrosión y por ello ser muy duradero, es muy económico. Se puede pensar que galvanizar el acero es un proceso costoso, sin embargo, no cuesta más que pintar el material. Además, se debe tener en cuenta que, aunque pueda costar un poco más, las propiedades que gana el acero son muy beneficiosas a largo plazo.
Recomendado para temperaturas extremas
Es un material muy resistente tanto al tiempo como a temperaturas altas. Aunque lo recomendable es no exponerlo a temperaturas de más de 200º, el acero galvanizado se comporta adecuadamente a temperaturas extremas en pequeños periodos de tiempo.
Desventajas del acero galvanizado
No todo es bueno con el acero galvanizado, aunque sus ventajas sean increíblemente buenas existen ciertas desventajas a tener en cuenta. La incompatibilidad con ciertos proyectos y no ser un buen aislador acústico son algunas de ellas. A continuación, te las explicamos.
No es buen aislador acústico
El acero galvanizado no es una buena opción si deseas utilizarlo como aislador de ruido, ya que en ocasiones se traspasa mucho ruido y vibraciones que pueden ser bastante molestas. Desde Jansen te recomendamos instalar un aislamiento termoacústico como segunda opción si esto sucede.
No se puede usar para todo tipo de proyectos
El acero galvanizado como ya hemos visto se puede mezclar con diversos materiales, sin embargo, no siempre se puede. Hay ciertos materiales que no son compatibles con el acero galvánico por su composición en zinc, como el latón amarillo o el cobre, por lo que en estos casos deberías recurrir a utilizar otros materiales como el acero inoxidable. Además, ten en cuenta que no se puede utilizar el acero galvanizado en trabajos bajo tierra si no se cubre correctamente.
En definitiva, existen ventajas y desventajas alrededor de este material. Como te hemos contado, el acero galvanizado es un material de gran demanda, sobre todo en la industria de la construcción, debido a sus propiedades. El proceso de galvanización hace que se recubra el acero con zinc, y lo dota de resistencia a la corrosión y durabilidad. Además, este material se puede reciclar múltiples veces sin que pierda ninguna propiedad