A pesar de que hoy en día las ventanas de acero no se vean tanto en nuevas construcciones y hayan sido sustituidas por ventanas y puertas acristaladas, hay que destacar que si se usaban era por las múltiples cualidades que presentaban. Actualmente las ventanas se instalan sobre estructuras de PVC pero como no siempre ha sido así, tienes que saber cómo mantener cualquier tipo de material. Además, anterior a las ventanas de acero, se usaba la madera que no tenía propiedades tan ventajosas como el acero debido a que esta tiende a estropearse ya que se hincha, se corroe, se oscurece, etcétera.
El acero es un material bastante simple que requiere de un mantenimiento mínimo. Posee buenas propiedades, pero como todo, si quieres que te dure en el tiempo hay que cuidarlo. Aunque las modas han cambiado y ahora se instale todo en PVC, esto no implica que tengas que cambiar tus ventanas de acero.
Para mantener tus ventanas en perfecto estado solo debes realizar un sencillo mantenimiento. Así conseguirás que conserven durante mucho más tiempo el aspecto del primer día. A continuación, te vamos a dar una serie de consejos básicos, sencillos y efectivos para realizar el mantenimiento que requieren tus ventanas.
¿Qué caracteriza a las ventanas de acero?
El acero ha sido un material elegido para las ventanas por sus múltiples propiedades. En primer lugar, el acero tiene muy buenas cualidades térmicas, debido a que soporta altas temperaturas sin deformarse. En segundo lugar, es un material muy maleable, lo que permite generar distintos tipos de diseños y elementos bastante resistentes a la deformación.
También es un material ligero, que es capaz de soportar grandes pesos y tensiones sin sufrir daño alguno. Además, el acero, aparte de igualar o superar en cuanto a prestaciones cualquier sistema de carpintería de materiales como el aluminio, introduce una serie de ventajas estéticas muy claras que hacen de este tipo de ventanas una apuesta segura cuando de diseño, estética y elegancia se trata.
Parte de sus propiedades permiten que se puedan realizar los aspectos estéticos de las ventanas de acero. Si estás pensando en cambiar tus ventanas y quieres optar por un diseño que se aleje de las típicas ventanas blancas de aluminio o PVC, debes conocer todas las posibilidades que te ofrece el acero.
Los 4 consejos para el mantenimiento de tus ventanas de acero
Es importante siempre que lleves a cabo un buen mantenimiento, al igual que lo harías con cualquier otro material para que sea más duradero y sobre todo, para no tener que invertir en algo nuevo a corto plazo. Te damos cuatro consejos para llevar a cabo el mantenimiento de tus ventanas de acero.
Limpiar el polvo de tus ventanas de acero con regularidad
Estas ventanas requieren que se elimine el polvo con regularidad para mantener su brillo natural. Además, las partículas y otros desechos dentro del marco deben limpiarse a tiempo para evitar bloquear el canal de drenaje y causar un drenaje deficiente y fugas de agua.
Para hacer estas limpiezas habituales es recomendable que utilices simplemente agua tibia y un trapo suave que te ayude a mantener el brillo para que el acero luzca como el primer día.
Modera la fuerza al abrirlas y cerrarlas
Parece algo bastante obvio, pero a veces con el día a día tan intenso que llevamos se nos olvida. Al abrir puertas y ventanas, la fuerza debe ser moderada y tratar de mantener la velocidad. Esto evitará posibles deformaciones por golpes constantes en los rieles y podrás disfrutar mucho más tiempo de tus bonitas ventanas de acero.
Evita golpearlas o rayarlas
Otro de los consejos, que puede parecer bastante obvio pero que muchas veces no tenemos en cuenta, es evitar los golpes o rayaduras. La mayoría de las rayaduras se originan en su limpieza.
Por ello, cuando realices la limpieza de las ventanas intenta evitar utilizar estropajos que puedan dañar o rayar su superficie, solo trapos suaves o algodón. También intenta evitar cerrarlas dando golpes secos que puedan torcer los raíles o deformarlos. Si son ventanas que tienen difícil acceso pregunta a los expertos sobre herramientas que te puedan proporcionar para abrirlas o cerrarlas sin tener que recurrir a la fuerza.
Emplear sólo productos recomendados para su limpieza
Para la limpieza diaria de las ventanas de acero no es necesario utilizar productos especiales. Con agua tibia es suficiente. Sin embargo, para hacer una limpieza más exhaustiva es necesario que recurras a productos específicos. La lejía está descartada, pues puede contener cloro y ser demasiado abrasiva. Para eliminar manchas puedes utilizar un algodón blanco sumergido en acetato de etilo y luego frotar con agua.
En conclusión, el acero es un material con unas propiedades muy ventajosas para crear la estructura que soporte tus ventanas. Podrás optar por múltiples diseños que se salgan de lo común. Además, no necesitan de un cuidado o mantenimiento muy especial. Simplemente deberás tratarlas con cuidado y realizar una limpieza habitual con agua tibia y jabón neutro. De esta manera podrás disfrutar de unas bonitas ventanas de acero durante mucho tiempo.