El Palacio de Santoña se encuentra en el centro de la capital de España, tratándose de un edificio emblemático del siglo XIX. El monumento es reconocido por sus fachadas de acero, una característica distintiva de su arquitectura. En el trabajo de Jansen las fachadas representaron un avance técnico que posibilitaron la creación de grandes ventanas, dando una mayor luminosidad a la construcción. La seguridad fue otro de los aspectos a considerar ya que gran parte e los elementos instalados son resistentes al fuego.

Rehabilitación Jansen en el Palacio de Santoña

La reforma y actualización del edificio a cargo de Jansen incorporó a su estructura sistemas de protección contra el fuego de la serie Janisol C4 en acabado lacado. Además de instalar puertas de grandes dimensiones y, durante la segunda fase, se realizó un pasillo acristalado con los perfiles de la serie VISS TVS.

Las fachadas están diseñadas con una estructura de hierro forjado, lo que incluye perfiles de hierro, columnas y elementos decorativos fundidos en hierro. La técnica permite el diseño de detalles ornamentales que aportan una estética refinada.

El Palacio de Santoña está decorado con elementos ornamentales elaborados, entre ellos capiteles, molduras, frisos y detalles florales. Sus detalles reflejan la influencia de diferentes estilos arquitectónicos en su diseño.

La historia del  Palacio de Santoña

El Palacio de Santoña es una de las 6 construcciones de estas características que quedan en Madrid. El edificio se construyó  entre 1861 y 1866, el arquitecto José María de Aguilar fue el primero en dirigir el proyecto. Su estilo arquitectónico es el eclecticismo, clásico en la época, reflejado en la mezcla de elementos rococós y renacentistas. El patrimonio arquitectónico de Madrid ha sido objeto de restauraciones y trabajos de conservación, siempre intentando preservar su belleza y singularidad.

El Palacio de Santoña es un edificio con una rica historia y un esplendor artístico. A lo largo de los años, ha experimentado cambios de propietarios, intrigas políticas y extravagancia. Construido con una portada diseñada por Pedro de Ribera, pasó a manos de los duques de Santoña en 1874, quienes hicieron importantes reformas y lo convirtieron en un lugar de gran consideración social. Sin embargo, la duquesa terminó arruinada y perdió el edificio debido a deudas.

En la actualidad, el palacio conserva parte de su esplendor gracias a la labor de remodelación y conservación realizada por Jansen. El palacio se utiliza para eventos, abriéndose al público en ocasiones especiales.

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